lunes, 22 de febrero de 2010

INTRODUCCIÓN A LA SEGURIDAD

Hace mucho tiempo que los accidentes han dejado de ser aceptados por empleados y empleadores como una consecuencia inevitable del trabajo, como una contribución necesaria al progreso industrial y la seguridad en el trabajo se ha hecho indispensable.


Las legislaciones de todos los países dictan normas e imponen reglamentos para eliminar los riesgos y mejorar las condiciones en que han de desenvolverse las actividades laborales.

Fueron muchas las dificultades a vencer por la seguridad en el trabajo, tanto por parte de la empresa como por parte de los trabajadores. En primer lugar, la empresa no valoró ciertamente las consecuencias de los accidentes y en segundo lugar, el obrero despreció las normas preventivas por un exceso de familiaridad con el trabajo que realizaba. En unos casos, por considerar que la prevención lo hacia aparecer ante sus compañeros como cobarde. Unos y otros, empresas y obreros, han ido ahondando en lo que verdaderamente es la seguridad en el trabajo y se ha llegado a que sea imprescindible para la buena marcha de la organización industrial con el mejor y mas humano aprovechamiento de la mano de obra y mayor garantía para el bienestar obrero.

La seguridad en el trabajo encierra múltiples valores sociales, puesto que el trabajador elimina con la observación de las normas preventivas, la consecuencia del riesgo que antes solo preveía un seguro en el que , desde luego, no estaban compensadas las posibilidades laborales del obrero, al que un accidente podía cercenar todas las satisfacciones que su esfuerzo en el trabajo le daba derecho.

Está perfectamente claro que la seguridad tanto para empresas como para los trabajadores, ofrecen características tanto sociales como económicas, pues sabido es que el accidente lleva consigo una larga consecuencia de entorpecimientos, dificultades y pérdidas económicas que no interesa social ni económicamente a nadie.

Son todas esas razones mas que suficientes para establecer el interés que existe actualmente entre empresarios y trabajadores por la seguridad en el trabajo, interés que se haya apoyado en los distintos organismos oficiales y privados creados ante esta necesidad de hacer efectiva la seguridad en los ambientes laborales argentinos.

No existen dudas que en todo este interés por la acción preventiva, el hombre es fundamental, porque incuestionablemente es el elemento esencial del resultado práctico de cualquier esfuerzo industrial y, por lo tanto, se debe recurrir a todo para evitar el accidente, creando frente a las circunstancias que lo hacen posible, los factores que lo eviten.

Tampoco existen dudas de que la seguridad en el trabajo “es un problema cultural”. Es necesario, educar en la seguridad para que se responda con fidelidad a la prevención

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